“Recibo amenazas, si algo me pasa solo puedo señalar a alguien. Lo peor es que cuando me golpeó estaba drogado, se volvió loco, temo que regrese y me haga algo peor, lo conozco, lo intentará”, dijo llorando.
Recordó las humillaciones que recibió en el año y medio que convivió con el empresario radial, además lamentó haberse separado de su familia, sobre todo de su madre.
“Ella me dijo que estaba mal. Que no debía estar con un hombre como Lalo. Lo siento, mamá, tenías razón, perdóname”, suplicó entre lágrimas. Diandra denunció que la mamá y la hermana de Lalo, Esther Capuñay, quien es congresista, querían pagarle a su progenitora Darlene Silva para que la convenza y no haga público el hecho. “También fueron a la comisaría de Surco para intentar borrar la denuncia”, añadió.
Vía comunicación telefónica, doña Darlene ratificó eso. “En una camioneta negra han venido a mi casa unas personas que dijeron ser su mamá y su hermana.
Pretendían ofrecer dinero para tapar todo, pero eso jamás. Con mi hija iremos hasta las últimas consecuencias, no se van a salir con la suya”, dijo.
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