“Mi hija nació con hidrocefalia y espina bífida. Muchos en Chile me decían que lo mejor era que Dios la recogiera, pero yo nunca me rendí. Los primeros cinco meses fueron muy duros, y los vivimos en el hospital”, recordó.
“Ahí la operaron para reconectar los nervios que estaban fuera de su columna y le pusieron una válvula para que drene el líquido de su cabecita. Mi hija nunca se rindió y menos yo”, aseguró.
La vedette chilena reveló que por esa operación al nacer, la columna de Riggel ahora está desviada.
“Mi angelito sufre de medula soldada, que se ha dado con su crecimiento, como fue rápido, sus nervios no se desarrollaron. Si no se opera su columna torcida, el daño será para sus pulmones y su cerebro, no podrá caminar y menos controlar su cuerpo. Ella necesita siempre cuidados, pero solo pido los recursos para superar este momento y volver a ver a mi hjita caminar y ser una niña normal”, expresó. (A. Líbano)
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