Desde hace varias semanas, Lucila realiza terapias de rehabilitación para conseguir que su pierna derecha recupere la fuerza que perdió tras permanecer varios meses en cama. La idea es que pueda utilizar la prótesis en la extremidad izquierda para volver a caminar.
Por tratarse de un día especial, ella misma sazonó la pollada que por la noche ofreció a sus invitados.
Lucila también reclamó que Paolo Guerreo no la haya ido a visitar por su onomástico. “Yo lo quiero mucho porque es bueno conmigo”, dijo mientras se armaba la jarana con guitarra y cajón.
Su hija Zoila agradeció al presidente Ollanta Humala por un mail con su saludo y el ofrecimiento de apoyo para un evento que realizarán en octubre.
“Será algo grandioso”, reveló la cajonera.
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