sábado, 7 de julio de 2012

Vico C: No hay que copiar al matón


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El padre del reggaeton se confiesa en una entrevista exclusiva con Trome.
Este “boricua” se ha metido al Callao como la misma salsa. Camina sin miedo, sin seguridad, por los arenales de Villa El Salvador, allí donde no brillan los Grammy, los premios MTV, Discos de Oro o Platino. Entre combis y mototaxis, los vagos y algunos aspirantes a “marcas” lo ven andar, saben que trae esquina, que sus ojos han visto la cara de la muerte, ha respirado pólvora, plomo, polvo y, a sus 40 años, pocas cosas lo asustan. Vico C o Luis Armando Lozada Cruz, como dice su pasaporte, se fuma un cigarrillo mientras ve el “graffiti” que lo inmortaliza junto a su ídolo Héctor Lavoe. El autor de “Bomba para afincar”, “Me acuerdo”, “Tony presidio”, “Dándote vida” y tantas otras, es considerado iniciador del hip hop y padre del reggaeton. Su voz y talento ilumina a toda una generación.
¿Por qué tienes tanta buena onda con el Perú?
Es que me dan mucho cariño, se siente muy bien. Además, nuestros dos pueblos se parecen mucho. A mí me gusta la salsa y aquí se escucha bastante. La música une a la gente.
Te sientes como en casa
Perú y Puerto Rico son parte de la cultura salsa. Héctor Lavoe es grandísimo aquí y lo mismo es en mi tierra.
En el barrio, las formas más rápidas de conquistar chicas es bailando y hablándoles bonito, lo que aquí le decimos “buen floro”. ¿Cuál era tu fuerte?
El mío El “floro”, entonces, ja, ja, ja.
¿Enamorado?
Sí, muy enamorado de Sonia Torres, mi mujer desde hace 20 años. Hace mucho, ya que me retiré de las ligas aventureras. He cambiado tanto, al punto que ya no sé cómo reaccionaría en la intimidad con una persona nueva. Ni me lo imagino.
Aconseja a esos muchachos que no saben cómo entrarle a una chica
Primero, ser un caballero… pero no de los antiguos, sino de los modernos. A la mujer hay que ir llevándola despacio, ganar su confianza para que se sienta protegida y no perseguida.
Ahora hay muchos “manolargas” con las mujeres…
No, no. No hay que ser cobardes. A la mujer se le respeta. Tú empiezas a conquistar a una mujer cuando la respetas.
¿Romántico?
Sí, ja, ja, ja. Tengo cuatro hijos, creo que me pasé de romántico.
Muchos recuerdan el tema ’5 de setiembre”, que se lo dedicas a tu hija Marangely cuando tenía 13 años y temías que los “tiburones” se la lleven. Hoy ya debe tener DNI, ¿no?
Sí, ya tiene 21 años, es coreógrafa. Este año se gradúa en Ciencias de las Comunicaciones en la universidad, es toda una mujercita.
¿Duele esa separación?
Pasa que eso sucede día a día. Ver a tu niña desarrollando y creciendo es como una muerte lenta, ja, ja, ja. Ellas siempre serán las niñas de papi, pero cada vez más independientes.
¿Cómo fue el día que el novio tocó la puerta buscando a tu bebita?
Ya me habían trabajado el terreno, ya le había dado permiso para que tuviera el “amiguito”. Así que no sufrí mucho.
¿Pensé que ibas a sacar el bate de béisbol?
No. Al contrario, empecé a bromear. Él se sorprendió, no sabía si estaba hablando en serio o en chiste. Se me salió el barrio. Mi hija, que ya me conoce, le dijo: “No le hagas caso”, ja, ja, ja. Soy un tipo diferente a otros padres, los que tengan hijitas mujeres me van a entender.
Ella es la mayor, luego vienen tres más
Sí, Marangely es hija con mi primera esposa. Luego tengo dos varones, Luis Armando (18) y Luis Gabriel (15), y Enni, una niña de 12. El mayorcito es productor musical y el más chico, un bailarín.
Mucha gente se asustó cuando dijeron Vico C estaba al borde de la muerte.
Nunca. Lo que me pasó fue una sobredosis y estuve muerto clínicamente. Nunca estuve en la cama de un hospital dando pena, muriéndome.
¿Y viste todas esas cosas que la gente cuenta, a sus parientes, la luz, Dios?
Te soy sincero, no vi nada. Estaba muy “inconsciente”
Fuiste al Callao sabiendo que le ibas a verle la cara a la droga y por algunas calles aún se respira pólvora ¿Qué les dices a esos chicos que piensan que esa es la única salida en la vida?
Que toda persona nace con muchas cosas por dentro, que son herramientas para crecer. No hay que copiar al matón y sentirse parte del grupo para ser alguien. Tú naces con cosas útiles y no necesitas nada fuera de tu cuerpo para ser mejor. Más que ir a las consecuencias, hay que ir al fondo del asunto y me dirijo a los padres, que no descuiden a sus hijos, no peleen en casa, no castiguen al extremo a los chicos, porque los están empujando al vicio. Ojo a eso.
¿Te jode cuando te llaman “el padre del reggaeton”?
Ja, ja, ja. Ya no sé si lo dicen por cariño o porque me están diciendo viejo. Recién soy un muchacho de 40 años y vengo con fuerza.
¿Qué hace Vico C en los aviones, lee, duerme o le das al iPhone?
Leo. No es que me ayude a componer, pero me lo facilita. Ahora estoy en un libro “El caso del verdadero Jesús”, escrito por alguien que primero fue ateo y en la búsqueda por demostrar la falsedad de Cristo, termina encontrándolo.
Listo, “Maestro”, suerte y sígala rompiendo
Gracias, amigos y pongan todo muy bonito, ¿ok?... ¡Ah! y hoy estoy en Plaza Norte con mi amigo Tego Calderón.
Así es Vico C, filósofo, callejero, padre de familia, esposo, chico de barrio El que había muerto y hoy vuelve para cantar.

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